lunes, 25 de febrero de 2013

Jorge Suárez Vélez - Un Mundo sin Dolor

Un mundo sin dolor

Uno de los elementos más importantes con los que la naturaleza ha dotado a seres vivos con sistemas nerviosos evolucionados es el dolor. A primera vista, parecería atractiva la idea de un mundo sin dolor, pero imaginemos la ausencia de éste. No sabríamos que dejar la mano cerca del fuego está quemando nuestra piel, o que algún órgano vital está sufriendo una afección potencialmente fatal. Por ello, sería impensable una terapia que únicamente lidiara con el dolor mismo. Imaginemos a alguien que tiene, por ejemplo, una severa oclusión intestinal que provoca un intenso dolor abdominal; si el doctor simplemente se concentrara en hacer que el dolor desapareciera, en hacer, por ejemplo, que el enfermo perdiera absolutamente la sensibilidad en su zona abdominal, eventualmente esa oclusión se volvería una peritonitis u otro padecimiento potencialmente mortal.


Así como el cuerpo ofrece señales de invaluable utilidad, los mercados también las tienen: los precios. Un precio es el resultante de la interacción entre quienes demandan un bien o servicio y quienes lo producen. Un precio alto es una señal de "escasez", un precio bajo denota abundancia. Esto es válido tanto para un bien como para un servicio. Un diamante de muchos quilates o una obra de arte de un reconocido artista ya fallecido son, por definición, bienes únicos e irreproducibles y, por ello, justifican precios potencialmente astronómicos. Pero, igualmente, un actor famoso, un futbolista superdotado o, incluso, un científico connotado, percibirán ingresos superiores debido a que son "uno entre muchos".

Las señales que nos dan los precios son de extraordinaria utilidad para la asignación de recursos. Al ver que un futbolista profesional gana mucho, por ejemplo, aumentará la oferta pues muchos jóvenes querrán tomar ese camino para hacerse ricos. Igualmente, cuando un bien es muy caro por haber más demanda que oferta, esa condición hará que más capital se mueva a producir ese bien, tratando de tomar ventaja del alto precio. Igualmente, se retirará inversión de sectores que producían bienes que el mercado ha hecho obsoletos o donde hay un exceso de oferta, situación que se manifiesta en precios a la baja. Nadie en su sano juicio, por ejemplo, invertiría hoy en una fábrica de carruajes tirados por caballos, en una para hacer máquinas de escribir o para producir discos de acetato.


Ningún inversionista racional destinará su capital a producir algo que no tiene demanda, ningún consumidor racional pagará un precio alto por algo abundante. Los problemas, sin embargo, se presentan cuando los políticos entran a la escena y deciden manipular los precios. Al igual que el doctor de mi primer ejemplo que mataría al paciente si simplemente desensibiliza su abdomen, cuando artificialmente se sube o baja un precio se provoca que haya más demanda de algo que ya era escaso, o que el capital vaya a producir más de algo que ya es abundante. Daré dos ejemplos.


El subsidio a los combustibles en México en 2012 le costó el año pasado al gobierno alrededor de 207 mil millones de pesos (16 mil millones de dólares). Eso permitió que en México se pagaran precios inferiores a lo que cuesta la gasolina en los mercados internacionales. Independientemente de lo absurdo de gastar esa fortuna en un subsidio que beneficia más a los más ricos, al mantener el precio artificialmente bajo se fomentó un mayor consumo de energéticos. Hubiera sido infinitamente más inteligente gastar ese dinero en expandir la red de transporte público, por ejemplo, para hacerla más eficiente, y quizá incluso "abundante", para abaratarla; eso hubiera tenido un efecto positivo en quienes menos tienen, y que proporcionalmente gastan un porcentaje significativo de su ingreso (y de su tiempo) transportándose todos los días no en su propio automóvil, sino en distintos medios públicos. Sin embargo, los subsidios se mantienen porque son populares. Cada vez que hablo en Twitter de lo absurdo que es el subsidio a los combustibles recibo todo tipo de insultos pues muchos piensan que, como el dolor, cualquier incremento en precios es negativo.


Recientemente, vimos otra medida "popular", esta vez en Estados Unidos. El presidente Obama habló de incrementar 24% el salario mínimo a nueve dólares la hora. La narrativa para solicitar el incremento parece impecable: alguien que recibe salario mínimo debería poder mantener a su familia con éste (dentro de su esfuerzo por manipulación moralista se le "olvidó" al mandatario cuantificar los enormes subsidios y ayudas que alguien en ese nivel de ingreso ya recibe). Más aún, si el salario mínimo aumenta, la gente tendrá más dinero para gastar y eso estimulará a la economía. Todo eso que suena tan bonito no es más que una enorme patraña cubierta de chocolate. Primero, porque el salario es el precio que pagamos por el trabajo. Una vez más, un ingeniero o un médico no se preocupan por cuánto es el salario mínimo porque su formación, evidentemente "escasa", amerita que se les pague mucho más. Un albañil percibe un ingreso mucho menor porque hay muchísimos que pueden desempeñar esa tarea sin mayor entrenamiento o educación. Si, por orden presidencial, decidimos que le vamos a pagar a ese albañil más de lo que vale su trabajo en el mercado, esencialmente lo que ocurre es que en vez de ganar los $7.25 dólares por hora (más beneficios) que hoy gana, pasará a ganar los cinco o seis (sin beneficios) que cobra un trabajador indocumentado que está fuera del sistema. Los incrementos arbitrarios en los salarios son extremadamente populares y en apariencia "justos", pero hay abundantísima evidencia empírica de que provocan un aumento en la tasa de desempleo, particularmente entre trabajadores no calificados y jóvenes que se incorporan por primera vez a la fuerza laboral. La otra parte del argumento es aún más absurda. Si subir el salario mínimo fuese lo que estimulará a la demanda y hará crecer a la economía, entonces no hay que subirlo a nueve dólares por hora, sino a cincuenta. Creo que es evidente por qué eso no funcionaría.


En este caso, lo triste es que el Sr. Obama y sus asesores saben perfectamente que un aumento en el salario mínimo es contraproducente, pero lo ponen sobre la mesa exclusivamente por razones políticas. ¿De verdad quieren incrementar los niveles de empleo? Eliminemos el salario mínimo. Esto hará que mucha gente hoy en la informalidad pueda tener empleos formales. ¿Se quiere que los trabajadores ganen más? Ayudemos a que éstos produzcan más y generen más para sus empleadores. Esto se logra en dos formas diferentes, haciendo mayores inversiones en bienes de capital para que la capacidad productiva por trabajador aumente, y entrenando mejor a los trabajadores para que puedan agregar más valor en lo que hacen. (Dicho sea de paso, la inversión tampoco está siendo incentivada por el gobierno de Obama que parece haberle declarado la guerra a los empresarios y los amenaza todos los días con nuevos impuestos, a pesar de que la tasa de impuesto corporativo estadounidense es ya hoy la más alta del mundo).


Pero la intromisión en los sistemas de precios implica consecuencias cuya gravedad es proporcional a los recursos necesarios para manipularlos. En mi opinión, una que está adquiriendo proporciones nucleares es la impresión de dinero. En forma simultánea, los bancos centrales de Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Suiza, el Banco Central Europeo, y otros, están imprimiendo dinero. Hacerlo tenía (conjugación en tiempo pasado) sentido debido a que la economía mundial corría el riesgo de desplomarse en forma que superaría incluso a la Gran Depresión, y la amenaza deflacionaria era real. Al imprimir, se provoca "abundancia" de dinero, y consecuentemente se hace que el precio de éste, léase la tasa de interés, se desplome. Por eso, estamos viendo el nivel más bajo de tasas de interés que jamás ha habido. Si consideramos que el banco central estadounidense ha impreso el equivalente a 20% del producto interno bruto del país y que sigue imprimiendo alrededor de 6% más cada año, podemos imaginarnos dos cosas: primero, el tamaño de distorsión que esta medida le inyecta a los mercados (confundiendo al sistema de precios), y las implicaciones que algún día tendrá el proceso para revertir la colosal inyección de liquidez.


Tanta liquidez está trayendo secuelas imposibles de cuantificar. Primero, cuando las tasas de interés ni remotamente cubren la tasa de inflación, esa situación fuerza a ahorradores y rentistas a tomar más riesgo, aunque sea para simplemente proteger el poder adquisitivo de su ahorro. Hemos visto un incremento en la demanda por bonos chatarra, por acciones y por bienes raíces. ¿Qué tiene eso de malo? Que en ninguno de los casos el incremento en la demanda proviene de razones reales. La demanda por inmuebles, por ejemplo, sería perfectamente deseable si ocurriera por motivos demográficos, ya sea por inmigración o porque haya más jóvenes formando familias; hoy ocurre solamente porque ante la poco atractiva alternativa de comprar un bono que paga casi nada, la gente se siente más segura comprando ladrillos. Pero eso mismo provoca otra distorsión. Si aumenta la demanda por inmuebles y el crédito se obtiene en forma casi regalada, habrá más inversionistas dispuestos a construir nuevas casas y edificios. El capital, entonces, está recibiendo señales equivocadas e irá a parar a donde le produce poco bienestar real de largo plazo a la sociedad, más aún, se quedará atrapado ahí por años.


Igualmente, en el caso de empresas, muchas que deberían haber reventado hace años se mantienen vivas única y exclusivamente porque tienen acceso a financiarse a tasas absolutamente irreales. Esa supervivencia artificial impide que el capital se recicle hacia donde sí hace sentido y será productivo. Se inhibe el deseable proceso de "destrucción creativa" que es tan importante para el desarrollo económico, ese es el proceso que hace que quiebren las empresas que hacían "máquinas de escribir" o rollo para cámaras fotográficas y que se reasigne a nuevos sectores que producirán bienes que sí son necesarios y demandados por los mercados. Mientras más lento sea ese proceso de reasignación, más lenta es la recuperación. Por ejemplo, hemos visto cómo en España, los grandes desarrolladores inmobiliarios apenas empiezan a reventar, después de beneficiarse por años de la absurda protección a los bancos quienes hacían -y siguen haciendo- hasta lo imposible para ocultar pérdidas. Esa "popular" medida sólo retrasó un desenlace inevitable y redujo la probabilidad de una recuperación exitosa. También congeló capital que siguió invirtiendo en acciones bancarias y que se hubiera beneficiado reasignándose a otro sector.


Los gobiernos parecen convencidos de que una colosal crisis que ocurrió porque se pidió prestado en forma excesiva (y se dio crédito en la misma manera), y se consumió en forma desmesurada, se resuelve dando más crédito y provocando más consumo. En mi opinión, eso se está empezando a volver exactamente un caso análogo al doctor que le quitó sensibilidad al abdomen e hizo que el excremento del paciente simplemente se quedara "guardado" en el intestino hasta que la acumulación provocó un problema mucho más serio. Un sistema, tanto digestivo como económico, tiene que limpiarse y evitarlo puede resultar a largo plazo extraordinariamente peligroso.


El otro día me decía un famoso comunicador que Europa parece haber tocado fondo. Estoy en desacuerdo. En mi opinión, sólo hemos prescrito opiáceas que han eliminado de tajo el dolor e inducen sueños fantásticos, nada más que eso. Así como la burbuja de Internet fue el resultado del estallido de la burbuja japonesa de los ochenta, y la crisis inmobiliaria fue la consecuencia del estallido de la burbuja de Internet de la década pasada, estamos plantando las semillas para un estallido mucho mayor que ocurrirá cuando reviente la mayor burbuja de todas, la del mercado mundial de bonos, cuyos astronómicos precios hoy desafían a la fuerza de gravedad (recordemos que el precio de un bono es inverso a su tasa de interés: a tasas históricamente mínimas, precios históricamente estratosféricos).


Algún día tendrán que subir las tasas de interés ya sea porque los bancos centrales pierden credibilidad, porque regresa la inflación (probablemente acompañada de estancamiento económico), o incluso porque empieza a haber una recuperación económica que haga que regrese la demanda privada por crédito, haciendo que ésta compita con los gobiernos, ofreciendo un "precio" -es decir, una tasa de interés- más alto por esos recursos. Eso ocasionaría, nuevamente, una colosal salida de dinero de los mercados de bonos, pérdidas astronómicas para la banca, y colapso de la demanda por inmuebles y activos reales. ¿No hemos visto ya esa película? Lo único que puedo afirmar sin temor a equivocarme es que tarde o temprano las tasas de interés regresarán a niveles de mercado, pues no hay precio que pueda ser eternamente manipulado.


Como siempre, lo más difícil es anticipar cuándo reventará una burbuja. Pueden pasar años antes de que eso ocurra. Por ahora, cuando menos, hay que tener enorme cuidado al participar en el sueño de opio colectivo y démonos cuenta de que lo único que hemos evitado es el dolor, pero la causa de éste permanece intacta.


Jorge Suárez Vélez

Febrero 17, 2013

martes, 12 de febrero de 2013

Jorge Suárez Vélez: Obamalandia

Obamalandia
El 21 de enero de 2013 Obama tomó posesión en un evento tan lleno de símbolos y de contenido alegórico como, en este caso, de ficción. Para empezar, Obama asumió la presidencia en el evento que fue transmitido en vivo al mundo entero; oficialmente, sin embargo, su mandato realmente empezó a mediodía del día anterior, en el momento establecido por la constitución, e hizo una toma de juramento más privada ante John Roberts, el magistrado de la Suprema Corte. La célebre cantante Beyonce entonó las estrofas del Star Spangled Banner, el himno estadounidense, pero no lo hizo en ese momento en ese lugar, como millones de ilusos telespectadores creyeron; de hecho, lo que se escuchó fue una grabación previa hecha por la cantante, quien sólo movió los labios en sincronía con lo que el público oía. Una vez que acabó la ceremonia, Obama reunido con su familia quería fumarse un cigarro, pero recurrió a uno también ficticio, al ponerse varias gomas de mascar Nicorette en la boca. Uno tras otro elemento en la ceremonia de toma de posesión fue simulado, pero el país al cual Obama hizo alusión fue aún más surreal que la ceremonia en sí, él habló de un país que sólo vive en su imaginación, de un mundo apócrifo en el cual finalmente logrará sembrar el legado que él cree le corresponde en la historia. Sin intentar soslayar la colosal importancia histórica implícita en la elección -y reelección- del primer presidente procedente de una minoría racial, en mi opinión, lo más positivo del segundo término de Obama que comienza está en el hecho de que difícilmente logrará hacer lo que se propone. En muchos sentidos, Estados Unidos logrará salir adelante no por el liderazgo del presidente, sino a pesar de él.

Creo que hay varias cosas que Obama debió hacer. Primero, llamar a la unidad reconociendo que la situación geopolítica y económica que enfrenta el mundo es frágil, la crisis -por mucho- no ha sido conjurada, sino pospuesta. En vez de eso, el presidente hizo un discurso propio del mandatario de un país que estuviese o totalmente aislado, o que fuese inmune a cualquier potencial sobresalto importado. En Obamalandia, Estados Unidos está al mando de su destino, la amenaza de Al Qaeda y del fundamentalismo islámico ha quedado permanentemente conjurada (y la salida de las tropas de Irak y Afganistán es emblemática porque señala un triunfo, y no una cara y desafortunada capitulación). En Obamalandia el ataque al consulado en Bengasi fue un desafortunado ataque improvisado por una turba de manifestantes alterados (fortuitamente portadores de lanzagranadas y de otras armas de alto poder) por una película que nadie vio. En el mundo que yo observo, la economía estadounidense será ciertamente afectada por una crisis europea a la que le faltan años por delante y cuyo desenlace es aún incierto, y quizá por una economía china cuya burbuja financiera crece en forma preocupante; en este mundo, Al Qaeda se ha reagrupado en África y crecientemente amenaza a Europa e influye en Medio Oriente y el norte del continente negro en plena fundación de estados más modernos, con gobiernos provistos de mayor legitimidad.
En Obamalandia, el mayor reto que enfrenta Estados Unidos es el del cambio climático, y Estados Unidos debe invertir para asumir liderazgo en la generación de energía limpia. En el que yo observo, países que fueron precursores de ese movimiento, como Alemania, están viendo el costo de generación de energía crecer en forma desmesurada por la prematura imposición del uso de energía renovable y se arrepienten al ver cómo el ascendiente costo le resta competitividad internacional a sus industrias. A diferencia de los países europeos, Estados Unidos tiene una ventaja colosal al poseer enormes yacimientos de gas de esquisto (shale gas) e, infinitamente más importante, la tecnología para extraerlo. El país ha generado ya 1.7 millones de empleos directos, creará 1.3 millones más (según números del columnista del Washington Post Robert Samuelson) y hará que la posibilidad del resurgimiento de la industria manufacturera estadounidense sea viable.
Que Estados Unidos decidiera privilegiar en este momento la explotación de energía renovable teniendo tan colosal ventaja relativa, una que les haría el mayor productor de energéticos del mundo para fines de esta década, sería el equivalente a que la selección argentina de futbol decidiera sentar a Messi en la banca y mejor alineara a algún jovencito que quizá dentro de diez años va a alcanzar la musculatura necesaria para hacerse sentir en el resultado del juego. Estados Unidos tiene en las manos una ventaja descomunal que le dará a su industria acceso a gas a la quinta parte del costo que Europa paga por gas ruso. Sin intentar mitigar el riesgo implícito en el cambio climático, creo que la necedad de Obama de imponer el uso de energía alternativa ha sido contraproducente. El gas de esquisto es no renovable, pero limpio. Las emisiones de carbón estadounidenses llevan más de una década reduciéndose año con año. Hay cosas que se pueden hacer para aminorar su huella. Por ejemplo, se pueden imponer prohibiciones para la quema desmedida de gas natural, resultante de su extremadamente bajo costo. Se pueden incluso establecer impuestos a la emisión de carbón. Pero lo importante en este momento es utilizar el gas para generar crecimiento económico, para generar empleos, para incrementar producción y para provocar una caída en los precios mundiales de energéticos. Eso, de hecho, ayuda a que muchos de esos problemas geopolíticos que no existen en Obamalandia, pero sí en la tierra, se aligeren.
En la frase que más me sorprendió de la toma de posesión del presidente, éste dijo: "...rechazamos la creencia de que Estados Unidos debe elegir entre cuidar de la generación que construyó este país e invertir en la generación que construirá su futuro." La fantástica posibilidad de no tener que elegir entre una cosa y otra quizá sea factible en Obamalandia, pero no en esta realidad. El dilema que se enfrenta exige una decisión puramente económica. Si la "economía" es el estudio de la asignación de recursos escasos a fines alternativos de importancia diversa (que conste que omití la palabra "ciencia"), este es el epítome de un problema "económico". Estados Unidos no puede seguir pagando por "la generación que construyó", sin quitarle recursos a "la generación que construirá". De hecho, lleva décadas quitándole a esta última, porque ésta no vota y la primera sí.
Pongamos las cosas en blanco y negro, y para ello me permitiré quitarle algunos ceros a los números en cuestión. En vez de hablar de la economía estadounidense, hablemos de la familia Smith. El Sr. Smith gana 24 mil dólares al año, pero la familia gasta 36 mil. El faltante de 12 mil lo cubren cada año cargándolo a la tarjeta de crédito. En ésta ya tienen una deuda acumulada de 160 mil dólares. La familia hoy gasta alrededor de 10 mil dólares al año en los gastos de los abuelos, cuyo costo crece cada año conforme envejecen y conforme los doctores cobran cada vez más caro. En realidad, a la familia no le alcanza bien para pagar la educación de los niños, después del costo de los viejos, pero los primeros no se han dado cuenta y por eso no se quejan. A la larga, la familia verá que hizo una mala decisión pues si sí gastara más en educación, los jóvenes eventualmente generarían más ingreso cuando crecieran, por la elección actual los están condenando a trabajos mal pagados con los que poco aportarán a la economía familiar. A la familia tampoco le queda dinero para invertir en algún negocito pues la mayoría se va en gasto corriente. Por si fuera poco, lo que se tiene en las tarjetas hoy no pesa mucho pues el banco ahora sólo cobra sólo 1.7% de tasa, alrededor de 3 mil dólares al año, pero si volvemos a lo que usualmente se pagaba por este tipo de crédito, se pagarían 10 mil dólares tan sólo de intereses, y eso sin considerar el costo adicional de los 12 mil dólares en deuda nueva que se acumularán este año, quizá 10 mil el año que viene y así sucesivamente. Además de pagar por los viejos, la familia le invierte como 10 mil dólares al año a la vigilancia de la casa. Si siguen así, en unos años se volverán una familia que mantiene viejitos bien vigilados, pero nada más que eso. La casa se les vendrá encima por falta de mantenimiento, y cada vez se empobrecerán más.
Quitando algunos ceros, es obvio el problemón fiscal que enfrenta Estados Unidos. Y, si hacemos números, veremos que el enorme drama que culminó en las primeras horas de este año, para evitar el llamado abismo fiscal, generó alrededor de 300 dólares adicionales de ingresos para la familia Smith. Y en este entorno, sí, en éste, Obama dice que no hay que elegir entre una cosa y otra. ¿Y eso cómo se hace?
Afortunadamente, todo parece apuntar a que Obama no logrará hacer lo que dice proponerse. La producción de gas de esquisto ha aumentado rápidamente a pesar de su gobierno, y ahora enfrentará una tras otra batalla legislativa para intentar librar los siguientes escollos fiscales. En un descuido, podría enfrentar también a un senado republicano dentro de dos años, pues la batalla por el grueso de los asientos en disputa ocurrirá en estados donde hay un senador demócrata y donde Obama no ganó en la última elección. A veces, la parálisis tiene sus beneficios. Mientras tanto, las voluntades parecen alinearse para que legislación como la reforma migratoria acabe pasando, no sin su propia batalla campal. Como nunca, es una reforma políticamente conveniente, a pesar de no ser prioritaria, para ambos bandos.
A corto plazo, sin embargo, Obama quizá enfrentará a una oposición republicana más pragmática. La primera muestra de ello parece estar en la "generosa" propuesta de legisladores republicanos de voluntariamente extender el techo de endeudamiento federal por tres meses, para "darle tiempo al senado demócrata de pasar un presupuesto". El país lleva cuatro años operando sin uno, y los dos últimos intentos de Obama fracasaron por 97-0 y 99-0; es decir, que ni un senador demócrata votó a favor. La "generosidad" republicana volteará el reflector a que ilumine la parálisis legislativa demócrata que había pasado desapercibida, permitiéndoles que por un rato los republicanos dejen de ser los malos de la película. Se avecinan momentos políticamente volátiles. Aun así, parece que Estados Unidos saldrá adelante, a pesar de ellos mismos.
Jorge Suárez Vélez
Enero 28, 2013

viernes, 1 de febrero de 2013

Empresas que Visitaron RoccaCharts durante Enero 2013

La siguiente es la lista de Empresas y Entidades Estatales (entre otras) que visitaron RoccaCharts durante el mes de Enero 2013 y ordenada por cantidad de visitas, según el software de gestión de sitios Google Analytics y que adjunto en el presente link

1) YPF S.A.
2) SIDERCA 
3) EDENOR
4) SWISS MEDICAL
5) ALFAVINIL 
6) COMPUMUNDO 
7) BANCO HSBC
8) BANCO HIPOTECARIO 
9) ALUAR ALUMINIO 
10) NIDERA 
11) PROVINCIA ART
12) TERMINALES RIO DE LA PLATA
13) BANCO GALICIA
14) CORREO OFICIAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA
15) LA CAJA
16) ACCORDFIN ESPAÑA
17) BANCO DE LA NACION ARGENTINA
18) BANCO SANTANDER RIO
19) DANONE ARGENTINA
20) G Y M S.A.
21) GLAXOSMITHKLINE ARGENTINA S.A.
22) PEÑAFLOR 
23) PETROBRAS ENERGIA
24) TOYOTA ARGENTINA
25) AMERICAN AIRLINES
26) BANELCO S.A.
27) BODEGAS CHANDON
28) CHEVRON CORPORATION
29) FRIGORIFICO PALADINI
30) GARCIA HNOS. AGROINDUSTRIAL
31) GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
32) REFINERIA DEL PACIFICO
33) ACCENTURE
34) AMEC INTERNATIONAL CHILE
35) ATOS ORIGIN ARGENTINA
36) BANCO CIUDAD
37) BANCO CONCEPCION
38) BANCO PATAGONIA
39) BANCO INTERACCIONES
40) BANCO SECURITY
41) BANCO SUPERVIELLE
42) BANCO BBVA
43) BMW IBERICA
44) LA CAIXA
45) CAJA MADRID
46) CELSUR LOGISTICA
47) COLGATE-PALMOLIVE
48) BANCO DE CHILE
49) CREDIT AGRICOLE
50) DHL 
51) DU PONT
52) DIARIO AMBITO FINANCIERO
53) EDITORIAL APACHE
54) DIARIO EL MERCURIO (CHILE)
55) FERROSIDER PARTS
56) FORD MOTOR COMPANY
57) GADOR S.A.
58) HEWLETT-PACKARD
59) HONORABLE SENADO DE LA NACION (ARGENTINA)
60) JUGOS AUSTRALES
61) KPMG
62) LA VASCO NAVARRA INSURANCE COMPANY
63) LAROCQUE TRADING GROUP
64) MBI CORREDORES DE BOLSA
65) MARSH INC.
66) MARVEL O'FARRELL Y MAIRAL
67) MASTER TRIM DE ARGENTINA
68) MICROSOFT 
69) MINAS PIRQUITAS
70) MONSANTO
71) PHILIP MORRIS INTERNATIONAL
72) RADIO VICTORIA FUEGUINA
73) RENAULT
74) RPB S.A.
75) SCHNEIDER ELECTRIC
76) SCHLUMBERGER LTD
77) SKANSKA
78) ZENITH ELECTRONIC CORP.

Aclaración: En negrita están resaltadas las empresas de sector financiero.




AAPL Apple : Comienzo o Fin de la Caída ?


El gráfico de Apple nos muestra como el día 24 de Enero sucedieron dos acontecimientos importantes que hay que tener en cuenta:

1) Se quebró la línea de tendencia alcista anaranjada formada desde principios del mes de Marzo del 2009.

2) Se quebró a la baja el retroceso al 38.2% de Fibonacci de 466 dólares (indicado con color lila)

Esto implicaría una fuerte baja para ir a buscar el retroceso al 61.8% de Fibonacci entre 309 y 321 dólares.

Sólo podría anularse esta visión bajista si ese salto que pegó de 504.77 a 465.73 dólares es tapado con una suba o lo que es mejor, si no tapa dicho gap (hueco) y puede cerrar por encima de 515 dólares, con lo cual ese gap convertiría a las velas de la última semana en una isla de reversión creando una nueva oportunidad de compra en el mediano plazo.

Indice Merval : Cuádruple Resistencia Amerita Fuerte Corrección en el mes de Febrero


El gráfico del índice Merval de la bolsa de Buenos Aires nos muestra como alcanzó una cuádruple resistencia entre 3485 y 3498 puntos:

1) Bandera formada (en azul) desde el mínimo del 22/11/2012 con objetivo en 3485 puntos

2) Doble techo con la zona de resistencia formada por los máximos de los días 7 y 8 de Julio de 2011 entre 3488 y 3503 puntos (en naranja)

3) 161.8% de proyección de Fibonacci desde el mínimo del día 17/5 con objetivo en 3504 puntos

4) Techo del canal alcista verde formado desde el mínimo del 22/11/2012.

Si esto se confirma y no puede cerrar por encima de los 3510 puntos o bien se forma una vela de reversión de tendencia (por ejemplo: martillo invertido, estrella fugaz, etc.) tendríamos para el mes de febrero semanas correctivas.


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