sábado, 4 de abril de 2009

Jorge Suarez: Un Alza Engañosa

Un alza engañosa

Recientemente, un lector me reclamaba el que parezca haberme alejado de temas económicos para escribir más sobre política. Esta es una crítica válida. Sin embargo, como he dicho antes, el centro de gravedad de las decisiones financieras se ha trasladado de Wall Street a Washington. Ha dejado de dominar la racionalidad de los mercados y es el brutal pragmatismo político el que avasalla y construye una realidad apócrifa en la cual encuentran resguardo las temerosas expectativas de una sociedad confundida y vapuleada.

Se ha vuelto imposible tratar de entender a la economía y a los mercados sin descifrar las fortísimas dinámicas políticas y sociales detrás de estos.

Otros lectores me han dicho que por qué debe interesarle a ellos si los mercados financieros estarán al alza o a la baja si no están invirtiendo en éstos. A ellos les respondo que hasta que no se logre estabilizar a los mercados financieros, no podremos determinar a ciencia cierta el tamaño del descalabro sufrido no sólo por el sector financiero, sino incluso por el patrimonio de las familias. Mucho de lo que viene dependerá de la magnitud de pérdidas que están aún por determinarse y de éstas dependerá la necesidad de estímulo fiscal en función del cual se definirá la capacidad de los gobiernos para ofrecer paliativos al dolor provocado por la crisis. Créame que aunque nunca haya cruzado por su mente comprar una acción o un bono, mucho del entorno que le tocará vivir en la próxima década se definirá por lo que pase en los mercados financieros.

Lo que ha ocurrido no ha sido un ajuste menor o el simple devenir de un ciclo económico que ha pasado de la fase de auge a una contracción natural. Jeffrey Immelt, el CEO de General Electric, dijo “this is not a cycle, it’s a reset”, haciendo referencia a la naturaleza cismática y no recurrente de lo que estamos viviendo. Hoy, me doy cuenta de que ésta, como toda ruptura dejará una cicatriz, aun cuando la profundidad de la herida está aún por determinarse.

Por darle gusto a lectores ávidos de comentario puramente económico, deje empezar por decirle que la fortísima recuperación (23% desde su punto más bajo) que vemos en los mercados será tan efímera como descabelladas fueron las causas que la detonaron. Podemos señalar el punto de partida en la declaración de Citibank afirmando que lograron ganar dinero en los primeros dos meses del año. Esa es la nota que los medios capturaron con gran estruendo. Mereció mucho menos entusiasmo la frase posterior: “antes de hacer cargos y reservas”.

Cualquier banco del mundo gana dinero al realizar su función básica de captar dinero –proveniente de depósitos y emitiendo instrumentos de deuda en el mercado- y prestando a una tasa mayor. La función básica de una institución bancaria es hacer ese arbitraje entre la tasa a la cual el público está dispuesto a financiarla, y la tasa a la cual un individuo o una pequeña empresa pedirán prestado. La complicación empieza cuando el banco tiene que reservar y hacer provisiones por aquellos préstamos que hizo y no logró cobrar, o por haber hecho inversiones con su capital en las cuales perdió dinero.

La pregunta obvia sería: ¿por qué una institución sofisticada como Citibank habría de insultar nuestra inteligencia con una aseveración tan primitiva? Más aún: ¿qué les llevó a hacer un comentario sobre su desempeño en los primeros dos meses del año, cuando lo usual es evaluarlo trimestre a trimestre?

Puedo sólo pensar en una respuesta probable: porque su acción se estaba cotizando en un dólar (o menos) y el costo de “nacionalizarlos” se había vuelto insignificante. Es decir, que en un proceso de “nacionalización”, de quiebra ordenada, o como queramos llamarlo, los perdedores evidentes son los accionistas, el valor de cuya inversión se va a cero. Éstos, sin embargo, tenían ya sólo un dólar por perder y, por ello, el prospecto de nacionalizar empezaba a parecer factible. Esto llevó a Citi a un desesperado intento por parecer “viables”, subrayando la “rentabilidad” lograda en el primer bimestre. En el mundo insensato que vivimos, el experimento funcionó y en un cuestión de días el precio de la acción se había triplicado.

Un rebote así crucifica a todos aquellos que, especulando con la posible quiebra de la empresa, habían vendido acciones en corto[1]. Ante la vertiginosa alza, la única opción es cubrir esa posición, generando demanda por acciones y, consecuentemente, contribuyendo al alza en el precio.

Una buena razón para dudar la solidez del alza está en el hecho de que el liderazgo provino de los sectores más afectados por la crisis: el sector financiero, materiales para la construcción, y bienes de consumo discrecional. Los que menos participaron en el alza fueron el de salud, bienes de consumo básico, servicios básicos (como energía eléctrica). Suena a que es una típica alza de corto plazo en un mercado aún con tendencia a la baja.

En los próximos días elaboraré sobre las razones por las que podemos esperar que los mercados vuelvan a probar sus niveles mínimos, y también hablaré sobre por qué las recientes medidas anunciadas por la administración de Obama quizá resulten poco efectivas.

Jorge Suárez Vélez
Marzo 25, 2009

[1] Tipo de operación en la cual vendo algo que no tengo, con la esperanza de recomprarlo a un precio más bajo en una fecha futura, cubriendo así mi posición “corta”.

Nota: Jorge Suárez es columnista en la cadena CNN y gentilmente aceptó colaborar con RoccaCharts para la publicación de sus escritos.

5 comentarios:

Giusseppe dijo...

No seria lógico que la verdadera recuperación venga de los sectores mas afectados? Porque la duda?

Rocca dijo...

Si, pero según interpreto estamos lejos de una recuperación y por lo tanto no es lógico que suba lo que sigue siendo afectado negativamente.

Saludos,

Rocca

Anónimo dijo...

Hola Rocca, en el caso de que los balances del Citi den negativos y veamos nuevos mínimos, que se debera observar a futuro que indique una verdadera salida de la crisis financiera.

Rocca dijo...

A mi entender un punto de inflexión en todos los gráficos de las variables económicas que provocaron la crisis

Saludos,

Rocca

Anónimo dijo...

El pesimismo de este analista fundamental puede ser un buen indicador de que hemos tocado piso en los mercados mundiales.


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